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Ana Neves, una joven de 17 años en Brasil, fue la chica que falleció horas después de haber comido un pastel envenenado la investigación ha tomado un giro inesperado tras revelarse quién planificó el ataque que le costó la vida.
Ana Neves, a 17-year-old girl in Brazil, was the girl who died hours after eating a poisoned cake. The investigation has taken an unexpected turn after it was revealed who planned the attack that cost her her life.
Al parecer el día de su muerte, le entregaron un pastel en la puerta de su casa, acompañado de notas con mensajes románticos que la hicieron creer que provenía de un admirador secreto. Con frases halagadoras para no despertar sospechas, le escribieron mensajes revelados posteriormente por las autoridades, uno de ellos fue: “un regalo para la chica más hermosa que he visto en mi vida”, mientras que la otra mencionaba: “la chica más dulce y con la personalidad más increíble”.
Apparently on the day of her death, a cake was delivered to her door, accompanied by notes with romantic messages that made her believe it came from a secret admirer. With flattering phrases so as not to arouse suspicion, they wrote her messages later revealed by the authorities, one of them was: “a gift for the most beautiful girl I have ever seen in my life,” while the other mentioned: “the sweetest girl with the most incredible personality.”
Ana comenzó a sentirse mal y fue llevada al hospital. Los médicos, sin detectar la gravedad de su condición, le dieron de alta esa misma noche, por lo que regresó a su casa para continuar con la celebración junto a sus amigas, entre ellas la persona que planificó el envenenamiento, quien permaneció en la casa sin mostrar preocupación alguna. horas después, Ana comenzó a sentirse mal y fue llevada al hospital. Los médicos, sin detectar la gravedad de su condición, la dejaron ir a su hogar. Horas después, de darla de alta en el hospital, regresó a su casa para continuar con la celebración junto a sus amigas, entre ellas la persona que planificó el envenenamiento, quien permaneció en la casa sin mostrar preocupación alguna. El deterioro de Ana se intensificó el domingo 1 de junio cuando sufrió un colapso en el baño. Fue trasladada de urgencia nuevamente al hospital, pero lamentablemente falleció.
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La autopsia confirmó que la causa de muerte fue un paro cardíaco provocado por intoxicación con arsénico. Gracias al testimonio del repartidor que entregó el pastel, las autoridades lograron identificar a la responsable: una amiga cercana de Ana. La joven fue detenida y, tras ser interrogada junto a su madre, inicialmente negó su implicación, pero luego confesó haber planeado el ataque. Además, afirmó haber comprado arsénico por internet y haberlo añadido al pastel adquirido en una pastelería local. Según declaró, su intención no era matar a Ana, sino simplemente asustarla causando síntomas de intoxicación severa. Silvio das Neves, padre de la víctima, relató que ella estuvo presente durante todo el proceso, incluso después de la muerte, sin manifestar ninguna reacción significativa. “Estuvo en mi casa, vio cómo mi hija empeoraba, me abrazó tras su muerte y no dijo nada”, expresó a la prensa local.
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